Las semanas previas a la gran cita tuvimos bastante trabajo, pero el día señalado no recordábamos nada de esos sacrificios hechos, porque todo había merecido la pena. Eran las ocho de la mañana del viernes 13 de noviembre. Estábamos todos, los Line, Manu, Cris, Jose y Manuelson. Nos acompañaba nuestro equipo técnico, Manolo Lorente Manolín (técnico de monitores), Juan Carlos (técnico de PA) y Rayco (técnico de luces). Ese día llegarían directamente a Gran Canaria el resto del equipo, que eran Jon Ramsden (roadie) y Esteban Encarneviva (fotógrafo). Nueve personas conformábamos esa plantilla. Nueve personas rumbo a un destino. Pero en realidad, el barco zarpó rumbo a un sueño... dejamos atrás numerosas embarcaciones que divisamos desde cubierta, y nos adentramos en el mar. Conversación, tentempié, bromas, disparates,... hasta que unos fueron a descansar, y otros nos quedamos en cubierta disfrutando del ambiente que ya comenzaba a tomar aires de Womad. En dos horas y media llegamos a la misma Las Palmas de Gran Canaria, sin mareos, contentos de estar cada vez más cerca. Nos montamos en la furgoneta y nos dirigimos, nerviosos, al hotel por el que tendríamos que pasar a retirar las acreditaciones y la logística del festival. Fueron momentos de nerviosismo. Preguntamos la dirección del hotel, y dimos vueltas y vueltas, hasta que lo encontramos. Paramos en el apeamiento justo frente al hall, y se bajó el jefe a buscar todo lo necesario. Aguardamos unos instantes dentro de la furgo, pero en breve nos bajamos para estirar un poco las piernas. En ese justo instante, dos personajes se nos acercaron y nos preguntaron que si podían hacerse una foto con nosotros....
_CLARO!!!, dijimos. También querían que les firmáramos los programas del festi justo encima de nuestra foto. Congratulados, nos comentaron que eran coleccionistas de fotos de famosos que visitaban Gran Canaria y bueno, en nuestro caso corrió un aclaratoria expresión, cada vez más escuchada _por si acaso... _nunca se sabe... En breves segundo pasó por allí nuestro amigo Mario, que como es habitual en él, nos dio una cálida bienvenida saludándonos con un fuerte abrazo.
_Que bueno, hemos llegado!, nos dijimos todos mediante una cómplice mirada. En pocos entretenidos minutos, apareció Manolín con nuestras asignaciones, y pusimos rumbo al Hotel Cantur, que fue nuestra base.
Risas, cachondeo, bromas y burradas hasta llegar al hotel, donde prosiguieron las risas, el cachondeo, las bromas y las burradas. Nos cambiamos, nos aseamos, nos descargamos y nos marchamos.....
_mierda! la cámara de video se me quedó en la habitación!!! exclamó Cris cuando acabábamos de salir del hotel. A por ella subimos, a sapienza de que no queríamos perder detalle, en la medida de lo posible claro. Almorzamos en un restaurante italiano situado junto al paseo de Las Canteras, y frente a una placita en la que unos sudamericanos, tocaban sin cesar canciones de toda la vida. Pedimos cervezas y algo de picar.... luego cervezas, y cervezas.... un plato para comer....
_tu que quieres para comer?
_pues me lo estoy pensando...
_vamos pidiendo otra ronda?
_aroooo polloooo!
Nos pegamos como dos horas o más en el restaurante, y finalmente marchamos todos, eso si, en grupos. Unos querían ver el escenario ya, y otros descansar. El caso es que, a las 5 de la tarde, nos tendríamos que reunir por una cita para
Llegaron las 21; el conductor de producción era inglés y no hablaba castellano, por lo que nos extrañamos un poco, pero rápido nos acostumbraríamos, ya que la mayoría de la gente de producción era extranjera. Llegamos al baskstage mientras actuaba Spiro, una banda de folk británica que hacía de la música un placer para los oídos, aunque le faltaba percusión. Nos estábamos preparando para saltar a escena, últimos preparativos... afinando el segundo instrumento, Cris maquillándose, procurando que no faltase ningún detalle de cara a la prueba de sonido que tendríamos justo después de terminar Spiro. Éstos terminaron a las 22:45, momento en el que nosotros subimos para realizar la prueba. Y a las 23:10 salimos del escenario. El coordinador felicitó a Manolin por el rápido trabajo que habíamos hecho, en montar el sonido y en chequear los volúmenes. Bajamos las escaleras con la plena seguridad de que todo iba a ir bien. Ya habíamos catado las tablas, notado la potencia, y visualizado el panorama. Ya estábamos del todo listos. La carne llegó al asador.... y llegaron las 23:45!
_venga chicos, vamos saliendo, dijo Manolín tras cuchichear con el coordinador de escenario.
Juan Carlos salió a ocupar su puesto como técnico de PA, y Rayco con él, ya que su puesto estaba justo encima, controlando las luces. El resto subimos al escenario... y pudimos divisar a miles de personas que esperaban la próxima actuación. Todo estaba listo. El calor del público se notaba ya desde el backstage. La gente que por allí se veía tenia ganas de saltar, tenía ganas de fiesta… tenía ganas de Line, y nosotros teníamos ganas de ellos y ellas. Y salimos a saco!, abriendo el espectáculo con una nueva intro de bastante pegada, por lo que desde los primeros minutos de concierto la gente ya estaba botando como loca… Se veían caras conocidas, pero la mayoría eran desconocidas; eso si, muchos llegaron a tararear o cantar nuestros temas (algo impresionante para nosotros). Seguimos con todo nuestro repertorio; temas como Legacy, que llega muy bien al respetable, quizás por su estribillo bastante pegadizo; At the disco, todo un clásico ya para el grupo, junto con Danger y Dirty Toy, temas en los que si no saltas y desmadras es porque no tienes ganas de fiesta. Tocaba Take a look around, tema nuevo en nuestro repertorio, aunque ya lo habíamos estrenado en el anterior concierto. Llegaba el final y ni nosotros queríamos irnos ni la gente que nos fuésemos. Hicimos lo posible y comparecimos nuevamente después de “acabar el concierto”, por petición popular. Teníamos ganas de seguir, seguir y seguir, toda la noche si hiciese falta. Pero el concierto acabó, junto con nuestra adrenalina, aunque ésta última fue desalojando brevemente el cuerpo, no fue de golpe y porrazo. Suavemente, nos deslizamos sudorosos a nuestro camerino.... nos abrazamos porque estábamos contentos por el trabajo resuelto con creces. De repente y sobre la marcha:
_chicos, vamos a darnos prisa que tenemos una entrevista con Sol Música! Ahora mismo!
_Uffff! Deja que coja aire y me limpie un poco el sudor!!! Que pasada!
Terminamos la entrevista, nos volvimos a reunir y abrazar. Ya todo había terminado, ahora tocaba disfrutar del Womad como espectador, algo también mágico ya que es un festival con muchas alternativas. Caminábamos por la gente, y muchos nos recordaban. Fue impresionante ver y oír a muchas personas felicitándonos por nuestro trabajo. Todas las noches sacrificadas casi sin dormir, cobraron ahí sentido.
Después de un concierto tan grande y tan esperado, tan lleno de ganas y de ilusión, nos volvimos a Tenerife con la sensación de haber hecho un buen trabajo, con satisfacción y con ganas de seguir dando guerra. Ahora a seguir trabajando, a continuar aprendiendo, luchando día tras día y por supuesto, sin dejar nunca de soñar.
Con todo ello, le damos un diez a la organización, que son unos profesionales en este terreno y que nos trataron de lujo. Un diez a la gente que disfrutó de nuestro directo y que nos hizo disfrutar con su calor generando una sinergia que flotaba en el ambiente. Un diez a nuestro equipo técnico, que vino con nosotros y que nos apoyó en todo momento. Y un diez a toda esa gente que nos está apoyando durante todo el tiempo que llevamos respirando. Hemos llegado a hacer cosas increíbles en este apasionado año, pero todo eso no tendría sentido sin esas personas anónimas que ponen su granito de arena para que Line sea. Eso nos convalida y nos vale, porque gracias a eso, nosotros ponemos el resto.
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